El Psicoanalista

Resumen/Sinopsis:

«Feliz aniversario, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte.» Así comienza el anónimo que recibe el psicoanalista Frederick Starks, y que le obliga a emplear toda su astucia y rapidez para, en quince días, averiguar quién es el autor de esa amenazadora misiva que promete hacerle la vida imposible. De no conseguir su objetivo, deberá elegir entre suicidarse o ser testigo de cómo, uno tras otro, sus familiares y conocidos mueren por obra de un psicópata decidido a llevar hasta el final su sed de venganza. Dando un inesperado giro a la relación entre médico y paciente, John Katzenbach nos ofrece una novela emblemática del mejor suspense psicológico. (fuente: la casa del libro).

Valoración:

Tenemos aquí un libro de terror psicológico en estado puro.

Entré en esta lectura porque buscaba un libro que enganchara y me permitiera evadirme de lo cotidiano. El género del thriller psicológico me gusta bastante, y sabía que con una novela de John Katzenbach acertaría, de hecho, ésta es una de sus obras más conocidas. Publicada en 2002, no ha pasado de moda, ni mucho menos.

El protagonista es un psicoanalista viudo, Frederick Starks “Ricky”, que atiende su consulta en Nueva York y lleva una vida tranquila, anodina y bien regulada. El día de su 53 cumpleaños, recibe en su despacho una carta, en la que de forma amenazante le dan la bienvenida al primer día de su muerte. El escrito lo firma un tal Rumplestiltskin. Este misterioso remitente le indica a Ricky que tiene un plazo de quince días para averiguar quién es, de no conseguirlo tendrá que suicidarse o entonces asistir a la muerte/asesinato de sus seres queridos y más cercanos.

Se trata de un juego mortal, en el que Ricky no quiere entrar al principio hasta que no le queda más remedio.

La novela consta de tres partes. La primera lenta, con muchas descripciones que me resultaron algo pesadas. Sin embargo, no quería dejar de leer el libro, porque intuía que la acción no tardaría en llegar. Y efectivamente, en la segunda y tercera parte, ésta se dispara de manera trepidante.

Ricky empieza una carrera frenética para conseguir averiguar quién le amenaza, quién tiene tanta sed de venganza, y cuál es el elemento de su pasado que ha podido desencadenar esta persecución hacia la muerte.

Los personajes están bien estudiados y definidos. Hay giros muy interesantes y sorpresivos. Narrado en tercera persona, esto nos permite acompañar a Ricky en todas sus tribulaciones como si camináramos a su lado. El juego psicológico está muy bien desarrollado, con una persecución psicopática que raya en lo demencial, y que nos da idea de hasta qué punto la sed de venganza puede ser perversa y retorcer un cerebro.

La tercera parte de la novela es absolutamente adictiva, engancha tanto que difícilmente podemos soltar el libro, ya que los giros no cesan.

Lectura amena, adictiva en su segunda y tercera parte. Recomendable para esos ratos de lectura en los que no queremos que nadie nos distraiga.