Un sombrero lleno de cerezas
Mis lecturasDetalles
Autor: Oriana Fallaci
Editorial: Esfera de los libros
Número de páginas: 840
Resumen/Sinopsis:
“Entonces, cuando el futuro se había vuelto muy corto y se me escapaba de entre los dedos con la inexorabilidad con que cae la arena en una clepsidra, me sorprendía con frecuencia pensando en el pasado de mi existencia: buscando allí las respuestas con las que sería justo morir. Por qué había nacido, por qué había vivido, y quién o qué había plasmado el mosaico de personas que, desde un lejano día de verano, constituía mi Yo”.
Así arranca la extraordinaria epopeya de la familia de Oriana Fallaci y la que constituyó su novela póstuma. Esta fascinante saga lleva al lector desde el último tercio del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX y permite a la autora regalarnos un retablo de personajes inolvidables que pueblan la Italia revolucionaria de Napoleón, Mazzini, Garibaldi o Víctor Manuel II. Personajes como Carlo que quería plantar vides y olivos en la Virginia de Thomas Jefferson; Francesco, marino y negrero; Giovanni, soldado, revolucionario y obsesivamente enamorado de Teresa; Giobatta, aspirante a escultor y que acabó participando como voluntario en la sangrienta batalla de Curtatone y Montanara. Y es también la historia de mujeres tan indómitas como Caterina, quien, para que su futuro esposo, Carlo Fallaci, pueda identificarla, acude a la feria de Rosìa con un sombrero lleno de cerezas y con la única esperanza de que el hombre que la despose le enseñe a leer y a escribir. (fuente: quelibroleo.com)
Valoración:
Este libro forma parte de un reto de lectura en el que estoy participando, y debo decir que el título me llamó la atención desde el principio.
Cuando lo terminé, hace unas pocas semanas, tuve la sensación de bajarme de una noria, de emociones y conocimientos. Es un libro magistral, en el que aprendemos historia, nos vamos de viaje por media Europa y por América, viajamos en diligencia con una Smith & Wetson sobre las rodillas, no sin haber dado primero una vuelta por Nueva York y por Salt Lake City en pleno apogeo mormón, y nos codeamos con lo mejorcito de la alta sociedad italiana del siglo XIX.
De la periodista y escritora Oriana Fallaci he leído la mayoría de su obra, y su libro «Un hombre» es de mis preferidos. Este que reseño ahora, es su obra póstuma, la idea de la autora era ir hasta la caída de Mussolini en 1945, pero su enfermedad se lo impidió.
“Un sombrero lleno de cerezas” arranca con un prólogo en el que Oriana Fallaci nos cuenta porqué se decidió a escribir una saga sobre su familia. Le costó mucho documentarse, ya que no disponía de la información más esencial, que se encontraba en un arcón que perteneció a su antepasada Caterina y que fue pasando de generación en generación, en el cual se guardaban muchos recuerdos desde el siglo XVIII, arcón que desapareció en un bombardeo durante la II Guerra Mundial. Así que la periodista se dedicó a su labor preferida, investigar, puesto que solo contaba con los recuerdos familiares que se habían transmitido oralmente de padres a hijos.
Aquí nos vamos a encontrar con personajes históricos como Napoleón, Maccini y Garibaldi y conoceremos más íntimamente a Carlo, Caterina, Francesco, Montserrat, Giobatta, Mariarosa, todos antepasados de la autora.
Siempre me llamó la atención la fuerza, la pasión, la energía y el desparpajo de Oriana Fallaci, ahora sé de dónde le viene. Tras leer su saga familiar se entiende mejor cómo ha heredado todas esas cualidades.
El libro se divide en cuatro partes, una para cada rama de la familia: los Fallaci, los Launaro, los Cantini y los Ferrier. La saga empieza con Carlo Fallaci y Caterina, personaje absolutamente único y sui géneris, que para ser reconocida por su futuro marido (Carlo, el meapilas (sic.) con quien no tenía ni media gana de casarse, por cierto) acudió al mercado con un sombrero lleno de cerezas. Accedió a casarse con él sólo cuando éste le prometió que le enseñaría a leer y a escribir.
Cada personaje, cada situación, cada casa, cada momento político, cada paisaje está descrito con gran precisión y abundancia de detalles. Oriana no se conforma con describir a la ligera la vida de sus antepasados, al contrario, nos la describe con pelos y señales, incluyendo detalles muy precisos sobre la vestimenta de la época, la decoración de las casas, las comidas y los momentos históricos. A veces, podemos tener la impresión de que exagera con tanta proliferación de fechas, nombres, datos, y la lectura puede resultar algo densa y ralentizarse. Hay que tener claro, en el momento de sumergirse en esta lectura, que es un libro para leer con tiempo, saboreándolo y deleitándose con él.
Esta lectura nos hace subirnos a una montaña rusa de emociones y de sabiduría, siempre con la fuerza de la prosa de esta autora, que escribió su obra póstuma con toda la pasión y la rabia que sentía por la vida que se le iba escapando. Aquí encontramos mucha historia, amores, desamores, aventuras, momentos muy divertidos, otros menos, pero por encima de todo, mucha fuerza y pasión por la vida.
Llama particularmente la atención con qué cariño y emoción la autora busca su «Yo» en cada uno de sus personajes, fundiéndose con ellos y viviendo sus pasiones a través de un viaje genealógico absolutamente apasionante.
La cuarta y última parte, la de los «Ferrier» en la que viajamos codo con codo junto a la inolvidable Anastasia, es para mí la más emotiva y brillante, de este memorable libro.
¡Grande, Oriana!
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