Resumen/Sinopsis:
«La música y la literatura están en todas partes, y aunque muchas veces no nos demos cuenta, no solo reflejan el mundo donde se crean sino que a menudo inspiran nuevas realidades y nuevas lecturas de la vida». Treinta relatos aparentemente muy diferentes entre sí, aunque en el fondo no tanto.
Valoración:
Al empezar este libro, conocedora de la pasión por la música clásica del autor, pensé que tendría que tener a mano un diccionario musical por si acaso. El prefacio me arrancó las primeras sonrisas, y me agradó su originalidad. Después, empezó un viaje realmente apasionante, de relato en relato, y la primera sensación fue la de estar en una montaña rusa, el resto fue un agradable paseo por el mundo de las emociones.
Son treinta relatos, que no parecen tener ninguna conexión entre sí, pero la tienen. El autor desgrana, a golpe de humor, de acerada ironía y, sobre todo, de una enorme dosis de sentimientos, una vivencias que a menudo nos resultan muy cercanas. La actual situación política y económica no escapa a la crítica de Luis, y nos la sirve con un discurso mordaz que no deja de sorprender.
Partiendo de un sueño, de una ilusión o incluso de una pesadilla, pasamos de la hilaridad con
un despistado incurable a la indignación que nos suscita la
coherencia ideológica, de las lágrimas por una sentida
ausencia a la ternura que nos inspira
la foto. Compartimos la angustia de
quien te ha visto y quien te ve porque vernos, nos hemos visto muchos en semejantes tesituras, y adherimos sin remisión a la brutal lógica que nos produce el
españolito que vienes al mundo.
Ninguno de estos relatos deja indiferente. Un libro entretenido, divertido, llamativo. El autor se ha quedado, sin lugar a dudas, a gusto escribiéndolo. Una catarsis envidiable.
¡Otra buena apuesta de
ACEN Editorial, siempre pendiente de los escritores noveles, y sobre todo originales!