El Montespan

Resumen/Sinopsis:

En la época del Rey Sol, tener a la esposa en el lecho del monarca constituía para los nobles una fuente de privilegios inagotable. El día en que Luis XIV puso los ojos en Madame de Montespan, en Versalles todos felicitaron al marido por su buena suerte. Sin embargo, no conocían a Louis-Henri de Pardaillan, marqués de Montespan. Gascón ardiente y apasionadamente enamorado de su esposa, Louis-Henri se lo tomó muy mal. En cuanto tuvo conocimiento de su infortunio, se vistió completamente de negro, adornó su carroza con unos cuernos enormes y emprendió una guerra despiadada contra el hombre que profanaba su matrimonio. Rechazando los honores y las prebendas, indiferente a las repetidas amenazas del monarca, a procesos, encarcelamientos, la ruina e intentos de asesinato, persiguió con su odio al hombre más poderoso del planeta con el fin de intentar recuperar a su mujer. Se requerían el talento y el sentido del humor de Jean Teulé (autor de La tienda de los suicidas) para rendir homenaje a este personaje olvidado, un hombre fuera de lo común que ha pasado a la historia como el mayor cornudo que ha dado Francia. (fuente: quelibroleo.com)

Valoración:

Vamos a intentar ponernos en contexto: año 1670, Francia, bajo el reinado del Roi Soleil (Louis XIV). Un miembro de la nobleza francesa, el marqués de Montespan (Louis-Henri de Pardaillan) se pasea por todo el territorio francés vestido de negro, a bordo de una carroza toda pintada de negro también, y llevando como ornamenta una monumental cornamenta de ciervo. Así daba a entender que era un cornudo, y ponía en evidencia al intocable Louis XIV. Increíble ¿verdad? Pues esta es la historia del tristemente famoso Marqués de Montespan.

Casado con Françoise-Athénaïs de Rochechouart, el marqués bebía los vientos por su esposa, y aunque no vivían en la opulencia, a él no le importaba endeudarse hasta las cejas con tal de tener a su frívola y derrochadora esposa contenta. Pero el contigo pan y cebolla no bastó para la Marquesa de Montespan, que puso los ojos en un objetivo mucho más ambicioso, la Corte, el palacio de Versalles.
Louis XIV conviertió a Françoise-Athénaïs en su favorita, en su amante, y se la robó así al marqués. En vez de considerar aquello un honor, y aceptar todas las prebendas que ofrecía el rey (condonación de sus deudas, títulos, renta de por vida, tierras, títulos…) el marqués montó en cólera.

Incapaz de aceptar que su esposa le hubiese dejado, convencido de que toda la culpa la tenía el Roi Soleil, juró vengarse. Se conviertió entonces el hazmerreír de toda la corte (Molière le dedicó incluso su famosa obra Amphitryon), y empezó una cruzada contra el hombre más poderoso del planeta en aquel momento, sin importarle lo más mínimo las consecuencias.

Mientras que la mayoría de los nobles hubiera dado un brazo por la fuente de privilegios que suponía ser el marido de la favorita del Rey, el marqués de Montespan hizo frente indiferente a las burlas, a los procesos, al encarcelamiento, a la ruina, e incluso a los intentos de asesinato. Se enfrentó sin miedo al Rey Sol y a sus “Dragones”, convirtiéndose en uno de los personajes más llamativos de su época. Llegó al extremo de insultar al rey públicamente, llamándole sinvergüenza, lo que le valió ser encarcelado en For-l’Évêque, y posteriormente exiliado en Guyenne (suroeste de Francia) por Su Majestad. Allí organizó el funeral simulado de su amor, una tumba con una simple cruz de madera con las fechas 1663-1676.

Cruzó el territorio francés llamando poderosamente la atención, vestido de negro y a bordo de una carroza negra tirada por caballos negros, no sin antes haberse presentado de la guisa en la corte de Versalles. Lo más llamativo de toda aquella parafernalia era una enorme cornamenta de ciervo, que hizo instalar no solo en la carroza sino también en su escudo de armas, y a la entrada de su pequeño palacete en el sur de Francia.
Clamó su amor por su esposa hasta su último aliento.

Magníficamente bien escrito por el escritor francés Jean Teulé, este libro rinde un sentido homenaje a este valiente marqués que dio todo un ejemplo de amor y honor.

Jean Teulé, con su estilo único y sin pelos en la lengua nos deleita aquí con una divertida novela, que traza un retrato demoledor de la absurda nobleza francesa del siglo XVII, con toda su grandeza, pero sobre todo con todas sus vilezas y miserias.

Un gran libro que recomiendo a todos los amantes de la historia y de la buena lectura.

Detalles

Autor: El Montespan
Editorial: Bruguera
Número de páginas: 336