Resumen/Sinopsis:
«No sabe si lo ha visto o lo ha imaginado. Anna Fox vive sola, recluida en su casa de Nueva York, sin atreverse a salir. Pasa el día chateando con desconocidos, bebiendo vino (quizá más de la cuenta), mirando películas antiguas, recordando tiempos felices… y espiando a los vecinos. Entonces llegan los Russell al barrio: una pareja y su hijo adolescente. La familia perfecta. Hasta que una noche Anna ve algo desde su ventana que no debería haber visto. Todo su mundo empieza a resquebrajarse y sus propios secretos salen a la luz.» (fuente: quelibroleo)
Valoración:
Había que leerlo. Lo tiene todo para gustarme, es una novela negra, y la ha recomendado el mismísimo Stephen King, además es una ópera prima.
Admiro la capacidad del autor (hombre) para meterse en la piel de una protagonista (mujer). No es fácil. El personaje de Anna Fox se nos hace enseguida cercano, nos cae bien, simpatizamos con ella e incluso nos parece que a menudo compartimos con ella alguna partida de ajedrez, o una copa de merlot.
Un personaje complicado, que sufre de agorafobia, enfermedad cuyos síntomas y padecimiento el autor describe a la perfección, ya que él también ha sufrido un trastorno similar.
El inquietante mundo de la perturbación mental, de la medicación, de la negación de la evidencia, se nos aparece aquí de una manera muy descarnada.
Me ha gustado la elegancia de la narración, la estrecha relación de la protagonista con el mejor cine de suspense en blanco y negro, la atmósfera cálida del hogar que se convierte en búnker, el ritmo sostenido que no decae, y la trama por supuesto. Puede parecer banal : mujer aburrida y solitaria cotillea por la ventana y ve algo que no debería ver… A partir de ahí, empieza el juego.
Algunas cosas se ven venir, cierto. No todo es perfecto en esta novela. Hay momentos en los que ya sabemos lo que va a pasar antes de pasar la página. Sin embargo, algunos giros son realmente magistrales. El final es muy bueno. Quizás algún lector muy avezado lo vea venir, pero aunque lo veas venir, no lo puedes ver venir “así”, seguro que no, y solo por eso ya merece la pena ser leído.
Personajes bien construidos, temperamentos muy complejos y bien descritos. Se nota la profunda preocupación (y conocimiento) del autor en todo lo relativo a enfermedades y trastornos mentales. Muy bien tratados los sentimientos de miedo, angustia, y rabia hacia una sociedad que no te entiende y te margina automáticamente con la etiqueta de “está loca”.
No cuesta nada seguir a Anna Fox, la protagonista, en sus andares y desvaríos. Esa inclinación al “voyeurismo” que puede parecer inocente al principio (todos, seguro, hemos atisbado en algún momento por los visillos o por las venecianas, por simple curiosidad o incluso por puro aburrimiento), nos arroja de repente a una pesadilla en la que ya nada es lo que parece, ni siquiera la protagonista. La narración, en primera persona, nos acerca mucho a ella, hasta el punto de llegar a sospechar ¿nos está manipulando?
Un libro que se lee casi de una sentada, cuyo final no decepciona, y que recomiendo a todos aquellos amantes de la novela negra en su más puro estilo.
Solo tiene un gran fallo, al final: ¿qué pasa con Punch? Si alguien lo sabe, agradeceré que me lo comente, al autor se le ha olvidado.