Patria

Resumen/Sinopsis:

El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político. (fuente: quelibroleo.com)

Valoración:

He tardado mucho en decidirme a leer Patria. Por varias razones, la principal es que el tema de ETA me echa mucho para atrás. Para mí, la lectura es un refugio, una evasión de la realidad, sobre todo de éste tipo de realidad. Tampoco soy amiga de leer los grandes éxitos comerciales cuando están en su pleno apogeo, prefiero esperar. Pero claro ¿cómo vas a ser la única persona en este país que no ha leído Patria? Confieso que me picaba la curiosidad más que nada porque había unanimidad sobre la novela de Fernando Aramburu: Está muy bien, y se lee muy fácil. ¿Cómo va a estar bien una novela sobre ETA? Bueno, es que no es exactamente así, digamos que habla de ETA pero sin tomar partido. Pues entonces, más difícil todavía, porque en un tema tan delicado, es difícil mantenerse neutral, o estás a favor o estás en contra. Pues no, en Patria no pasa eso, pero claro para darse cuento de ello, hay que leer la novela. Y eso fue lo que hice, me puse con ella una tarde de julio, y no he parado hasta la última línea. La trama la conocemos casi todos. Un pueblo de la provincia de Guipúzcoa, que no se nombra, pero que puede ser cualquiera de aquellos que tanto sonaron en los telediarios durante los oscuros años 70-90. Dos familias, muy amigas, unidas por pasiones comunes (ellos por el mus y el ciclismo los domingos, ellas por la afición a ir a tomar café y bollos y contárselo todo). Ambas familias acaban desgarradas y enfrentadas por culpa del terrorismo. Bittori y Miren, personajes principales, pasan de ser uña y carne a perfectas desconocidas. Tras el asesinato a sangre fría del Txato, marido de Bittori, la relación se rompe del todo. Se sospecha que el pistolero pueda ser Joxe Mari, el hijo mayor de Miren. El autor nos presenta, en capítulos cortos, ágiles y fáciles de leer, a sus personajes que en pocas líneas pasan a ser entrañables y a quienes sentimos como “de casa, de toda la vida”. Con gran sencillez, con un lenguaje ameno, directo, a menudo divertido, salpicado de anécdotas que nos han podido ocurrir a todos, la novela narra el desgarrador conflicto vasco sin crear el rechazo que tanto me temía al inicio. Con sus discusiones familiares (que todos hemos tenido), con situaciones muy comunes en la vida real (que si el novio que me traes a casa no me gusta, que por qué hay siempre pescado para cenar, que si el cura del pueblo tiene halitosis…) nos vamos metiendo en la vida de Joxian y Miren, padres de Joxe Mari, Arantxa y Gorka, y de Bittori y el Txato, junto a sus hijos, Nerea y Xabier. Ellos no son muy diferentes de cualquiera de las familias que hayamos podido conocer. Son vascos como podrían ser de cualquier otra zona, pero en este caso, son vascos, todos. La particularidad es que cada uno piensa de una manera diferente, y ahí está el punto fuerte de la novela. Quienes hemos vivido el “tema de la ETA” (que hay que ver las vueltas que damos para referirnos a esto. ¿Cómo lo llamarías tú? Terrorismo, sí, pero hubo más que eso. Y a menudo, por querer ser “políticamente correctos”, no sabemos cómo calificarlo. Así que “tema de ETA” queda mejor, es muy general y lo abarca todo sin tener que mojarse). Decía que quienes hemos vivido aquella época negra, aunque haya sido de refilón (yo no he vivido nunca en el País Vasco, pero sí en Madrid donde también teníamos miedo a salir a la calle), sabemos el dolor tan profundo que todo aquello causó en la sociedad. Por ello nos es fácil entender a Arantxa, cuando se enfrenta a su madre (Miren) en la cocina de la casa familiar (magistral esa escena, de las mejores). Una madre, abertzale, que defiende con uñas y dientes a su hijo terrorista. Una hermana, vasca también, que rechaza la violencia y no entiende que su hermano haya abrazado la causa de ETA. Un padre, Joxian, que no pinta nada, pero que sufre como todos, y que no entiende por qué han asesinado a su mejor amigo, y menos aún por qué tuvo que dejar de dirigirle la palabra pocos meses antes de que le tirotearan a la puerta de su casa. Nos resulta, también, muy fácil entender el dolor de Bittori cuando escucha desde el salón de su casa los cuatro disparos que acaban con la vida de su marido. Y todo el doloroso proceso de “víctima incómoda” que sufren tanto ella como sus hijos, hasta el punto de tener que abandonar el pueblo, e incluso tener que enterrar al Txato en otro pueblo. Aquí, las víctimas son las protagonistas. No se las esconde, no son un bulto que molesta, y lo más importante: el tema se aborda desde ambos bandos, con su carga de dolor, sin tomar partido. Es lo que más me ha gustado, el trato para con las víctimas es perfecto, humano y sincero. Era un reto difícil, y Aramburu lo ha superado “haut la main” como se dice en Francia (con sobresaliente). Cierro el libro con cierta tristeza, hay personajes de los que cuesta despedirse. Me quedo con la intriga de saber por qué el autor “sacrifica” a Ikatza… ¿Recomendable? Sin lugar a dudas. Creo que este libro, como dijo un amigo mío, debería ser de obligada lectura en todos los institutos. Para quienes vivimos, de lejos o de cerca, el conflicto, para quienes tan solo han oído hablar de él sin saber bien qué pasó, para quienes (por suerte) jamás tendrán que vivirlo, es una lectura más que recomendable. Quien tenga Patria entre sus manos, va a disfrutar, seguro. Es un tocho de muchas páginas, sí, pero os sorprenderá con qué facilidad y rapidez se lee.

Detalles

Autor: Fernando Aramburu Editorial: Tusquets Número de páginas: 648